En el marco de nuestra alianza con fundación Oír es Vivir de Panamá, nos sumamos por segundo año consecutivo a la conmemoración del día internacional de la concientización sobre el ruido con nuestra campaña Pará la Oreja por la salud auditiva.
Como actividad principal de esta campaña el 26 de abril, a las 2:15 p.m, nos unimos con instituciones aliadas, influencers, músicos y radios nacionales, para hacer #Un Minuto de Silencio y así concientizar sobre el impacto que tiene el ruido en la salud auditiva.
La pérdida auditiva es un problema que no se ve y que según estadísticas en el 60% de los casos en la niñez son prevenibles. En los primeros años de vida, la audición es un aspecto fundamental del desarrollo social, emocional y cognitivo de un niño, siendo el tamizaje auditivo, que se hace al nacimiento, un proceso clave para detectar pérdidas congénitas, sin embargo, las pérdidas auditivas se pueden presentar a cualquier edad, afectando la capacidad del niño de hablar bien, entender el lenguaje y tener un buen rendimiento escolar.
Los niños en edad preescolar y escolar constituyen una población de riesgo porque padecen de infecciones respiratorias frecuentes lo que puede afectar los oídos. Este es un período crítico para la maduración de las habilidades lingüísticas que va muy ligado al desarrollo de capacidades mentales como la memoria, atención y comunicación. Las causas más comunes de alteraciones de la audición y falla del tamizaje auditivo en estos grupos son: tapones de cera, objetos en el conducto auditivo, infecciones frecuentes de oído.
Asegurar una buena audición le permitirá al niño tener un lenguaje adecuado a su edad, optimizar su desarrollo personal y alcanzar su máximo potencial de aprendizaje. La OMS estima que para 2050 casi 2.500 millones de personas vivirán con algún grado de pérdida de audición.